domingo, 20 de septiembre de 2015

A Riotinto, mi pueblo.



Riotinto.
Tierra roja de cobre y sangre,
de vida derramada, de llanto y de sudor.
Aire negro para almas blancas.
Rincón secreto de piedra dorada.
Bocados en la tierra, laderas de vida despojada.
Sirenas que anuncian heridas,
heridas de muerte empapadas.
Gente que sufre y que trabaja,
gente que lucha, gente maltratada,
gente que sueña del alba a la madrugada.
Tierra querida y engañada.




Mi infancia.
Mi infancia está marcada
por el sonido del barreno,
por el paisaje infinito
de aquel pueblo minero.
Mi infancia está esperando
que retorne a aquel terreno
tan presente en mi memoria,
del que nunca seré ajeno.




Mi historia es un camino.
Mi historia es un camino
entre la mina y la mar.
En la mar buscando el cobre
y en la mina el navegar.

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