martes, 8 de enero de 2019

Antes de volver a casa


ANTES DE VOLVER A CASA

Quise ser bandera de libertad,
encabezar la lucha digna
y dignificar toda memoria
antes de volver a casa.

Quise ser el canto del necesitado,
el eco profundo del marginado
y arrope del olvidado
antes de volver a casa.
Quise ser escuadrón de paz,
sosiego para los maltratados
y bálsamo de las heridas
antes de volver a casa.
Quise ser farola para la angustia,
alivio para la forzada prostituta
y luz para el injusto huérfano
antes de volver a casa.
Quise ser aliento para el señalado,
patria para el que llaman extranjero
y bandera de humanidad
antes de volver a casa.
Quise ser mantel para el hambriento,
techo para el desahuciado
y zaguán para los descalzos
antes de volver a casa.
Ahora que creía haber vuelto,
me llaman las llagas de lo injusto
y las máculas de los oprimidos
enseñándome cuál es mi verdadera casa.
Mi casa es la lucha digna;
en lucha digna me convertiré
y mi causa será mi casa.

Alfonso Pedro

Quebranto

 
QUEBRANTO

Una esquina en penumbra,
un bolso pequeño,
la tenue luz de una farola,
una falda corta,
unos labios entreabiertos,
un corazón entrecerrado,
un cliente ávido de baba y semen
buscando una Magdalena de un solo uso,
un cigarro que se consume,
un perro que pasa sin mirarlos,
una figura alejada vigilante,
los faros de un coche que aparece,
que mira,
que desaparece,
una cartera en mancebía,
un condón sin nombre propio,
un jadeo estrepitoso y falaz,
un pañuelo que llora su destino,
una cremallera que se cierra,
unas bragas que se suben,
un adiós sórdido y seco,
una ráfaga helada de viento,
un perro que vuelve,
que lame unas medias negras,
una Magdalena que lo acaricia
como quien acaricia una burda existencia,
una lágrima que no se derrama.
Una sonrisa antaño perdida.
 
Alfonso Pedro