martes, 18 de julio de 2017


¿Ves la sonrisa de ese niño, amigo Sancho?
Eso es la paz.
¡Cuídala!
¡Cuidémosla!
para que, cuando crezca,
no se le tuerza el gesto,
ni se le ensucie la mirada
ni se le ennegrezca el alma.


El altivo reloj de arena
conoció la humildad
cuando, tras la luna llena,
una duna fue a encontrar.

Alfonso Pedro.
Dedicado a quienes carecen de humildad. Todos conocemos a gente así.


TE SEGUIRÉ AMANDO

Cuando vea la luna contigo en la distancia,
cuando el día no me traiga tus labios,
cuando no me traiga tu sonrisa,
cuando la brisa no me deje ver tu pelo alborotado,
cuando no vea cómo cierras los ojos,
cuando no sepa si tiemblas, sientes miedo, lloras o ríes,
cuando seas en mí recuerdo y sentimiento,
cuando mi corazón viva el lamento y mi mente el recuerdo,
cuando estés a mi lado sin estarlo,
cuando no te pueda leer lo que escribo,
cuando la palabra amor no la pronunciemos juntos,
cuando tu recuerdo sea lo último que sienta al acostarme,
cuando tu recuerdo sea lo primero que sienta al levantarme,
cuando la ausencia se haya convertido en costumbre,
cuando seas voz del pensamiento y latido del sentimiento,
cuando no repose mi cabeza en tu calma,
cuando no reposes la tuya en mi alma,
cuando no me conforme con saber que ríes,
cuando no me conforme con los recuerdos,
cuando se unan pensamiento, locura y lamento,
cuando no sepa quién soy,
dónde voy o de dónde vengo,
entonces recuerda que,
a pesar de la distancia,
te seguiré amando.

Alfonso Pedro.
De mi poemario "Verso Adentro".