martes, 8 de enero de 2019

Quebranto

 
QUEBRANTO

Una esquina en penumbra,
un bolso pequeño,
la tenue luz de una farola,
una falda corta,
unos labios entreabiertos,
un corazón entrecerrado,
un cliente ávido de baba y semen
buscando una Magdalena de un solo uso,
un cigarro que se consume,
un perro que pasa sin mirarlos,
una figura alejada vigilante,
los faros de un coche que aparece,
que mira,
que desaparece,
una cartera en mancebía,
un condón sin nombre propio,
un jadeo estrepitoso y falaz,
un pañuelo que llora su destino,
una cremallera que se cierra,
unas bragas que se suben,
un adiós sórdido y seco,
una ráfaga helada de viento,
un perro que vuelve,
que lame unas medias negras,
una Magdalena que lo acaricia
como quien acaricia una burda existencia,
una lágrima que no se derrama.
Una sonrisa antaño perdida.
 
Alfonso Pedro

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