Notre Dame de París y mía

NOTRE DAME

(15 de abril de 2019 mientras arde Notre Dame)

Llora el cielo de París en silencio

iluminado por el fuego devastador

mientras Quasimodo, por siempre gárgola eterna,

desangra su dolor junto a Esmeralda.

¿Habrá sido el insensato Febo en busca de Esmeralda?

¿Quizás la ira de Flor de Lis?

¿Tal vez la perversa vileza de Frollo?

La fiesta de los locos apaga sus luces

y su rey, con el alma lumbre doliente,

llora lejos del campanario.

¡Oh, Notre Dame de París!,

tú que me hechizaste

con no sé qué mágico sortilegio

embrujando mi corazón y mi memoria,

de los que quedaron una parte en ti;

tú que entraste en mí cuando,

inconsciente, pensé que era yo

quien en ti entraba.

¡Oh, Notre Dame de París y mía!,

siempre pensando en volver,

aun sabiendo que, parte de mí,

en ti quedó para siempre.